Cuero de vaca, impacto y remplazo.
Por otro lado, y en el caso de cuero de vaca, la industria de las curtiembres o tenerías somos las plantas de reciclaje y valorización de residuos más antigua de la humanidad, donde se toma el residuo de otra industria para convertirlo en un material duradero, de lujo y con grandes propiedades de resistencia y desempeño; y como todo residuo, la piel nunca fue el objetivo o el material de interés de esta industria, pero las curtiembres volvimos este residuo un subproducto. Hagamos un ejercicio, imaginemos que por un instante no existieran las curtiembres, sino toneladas de pieles alrededor del mundo como residuo de la industria cárnica, generando una cantidad importante de material orgánico descomponiéndose en los rellenos sanitarios con las implicaciones que esto tiene en salubridad y alguien descubriera que si a esa piel en vez de dejarla descomponer se trata y transforma se podría obtener un material para hacer calzado, fabricar prendas de vestir, construir instrumentos musicales, forrar mobiliario, elaborar carteras, piezas de arte y hasta material para escribir, seguramente sería un descubrimiento asombroso y solucionaría un problema mundial, afortunadamente este problema ya está resuelto, lo importante es que cada curtiembre lo haga responsablemente cuidando aire, agua y tierra como lo hace Biocueros.
Para Biocueros y como parte de nuestro propósito el cual es aportar de forma positiva a nuestro entorno y a nuestro ecosistema, se ha vuelto fundamental difundir información veraz y de valor para que así todos logren tomar decisiones frente al uso y compra de materiales de forma consciente. ¿Pero esto qué significa? Desde hace unos años, algunos grupos de personas han decidido reemplazar el cuero como material de fabricación de sus artículos basados en presunciones frente al maltrato animal, la contaminación ambiental o la búsqueda de productos sostenibles, llegando por esta vía a materiales qué tratan de imitar al cuero. En el último caso, buscando alternativas en teoría más sostenibles llegan a opciones que en realidad son plásticos, principalmente derivados del petróleo como PU (poliuretano) y PVC (cloruro de polivinilo) desvirtuando completamente el enfoque de sostenibilidad, pues, se está reemplazando un material (cuero) qué es naturalmente biodegradable por uno de origen fósil que no lo es (plástico).